Llega el calor y con él la preocupación de muchos agricultores que temen por sus cultivos a los que las altas temperaturas no suelen beneficiar en nada. No solo porque favorecen la deshidratación de las plantas y el quemado de flores y frutos, también porque hay muchos parásitos que con las buenas temperaturas salen del letargo en el que se encuentran durante el invierno.

Piojo Rojo de California

Uno de estos parásitos es el Piojo Rojo de California. Se trata de un insecto hemíptero (familia de las pulgas y chinches, por ejemplo) de color anaranjado y con forma de escama. Cuenta con un aparato chupador que le permite extraer la savia de las plantas causando graves daños en los peores casos.

Catalogado dentro de las cochinillas de caparazón duro, es fácil de identificar de un simple vistazo. Si el cultivo está afectado, se aprecian unas pequeñas escamas sobre los frutos, ramas, tronco, u hojas de la planta. Generalmente, es más fácil observarlo en el fruto, porque el color de la escama destaca y se aprecia a simple vista y porque tiene preferencia por los frutos, especialmente por los cítricos y por las plantas con gran follaje.

Además, la aparición de este parásito es especialmente perjudicial en la venta del producto, ya que devalúa el fruto que tiene escamas en la epidermis.

El calor, ingrediente esencial para las plagas

El Piojo Rojo de California es especialmente dañino por la capacidad de reproducción que alcanza. Cada hembra pare entre 100 y 150 larvas, lo que suponen tres generaciones en un año.

Si a esta capacidad reproductora sumamos el calor, que no solo propicia la aparición del insecto, también su reproducción, podría llegarse a las cuatro generaciones anuales. Además, las altas temperaturas permiten una mayor permanencia de la plaga en el entorno, pudiendo prolongarse hasta los meses de principios de otoño.

Otro factor es que las larvas neonatas no tienen capacidad de movimiento, y por tanto es el viento el que se encarga de esparcirlas por el medio. Esto supone otro riesgo a la hora de controlar la zona infectada.

Iniciativas de control

Siendo este un año que se prevé caluroso son ya varias las iniciativas puestas en marcha para evitar que las plagas de este chupóptero causen estragos en los cultivos.

Un ejemplo es Murcia donde la Consejería de Agricultura y Agua puso en marcha al comienzo de la temporada (mayo) un Plan de Actuación contra la plaga del piojo rojo de California basado en la técnica de confusión sexual. El proceso es simple, se colocan difusores en el campo que emiten feromonas similares a las de la hembra para confundir a los machos y que no las encuentren, haciendo imposible la fecundación y la generación de huevos fértiles.

Sin embargo, los mecanismos de control de plagas dependerán mucho de factores como el tipo de plantación, la zona geográfica, etc. Para ello recomendamos el asesoramiento profesional que personalice la acción según lo que el cultivo necesite, para así evitar estragos tanto de este insecto como de otros tantos que se reproducen y aumentan su actividad en la época estival.